A juicio de Montoro, esto evitaría, al menos, entre un dos y un cuatro por ciento de los accidentes de tráfico y entre un cuatro y un ocho por ciento de los atropellos de peatones. Montoro, quien dirige también el Instituto de Seguridad Vial de la Universitat de Valencia, recibió el encargo de la DGT de elaborar un informe sobre la implementación de las luces de cruce durante el día para reducir la siniestralidad en las carreteras españolas, que ya estudia ante una posible aplicación a medio plazo. Según comentó, "algunos estudios menos conservadores hablan de que se podrían evitar alrededor de un veinticinco por ciento de atropellos, y se conseguiría reducir los accidentes en mayor medida en peatones y ciclistas, y sobre todo, los mortales y muy graves". A su juicio, "evitar que ocurra un accidente del tránsito depende muchas veces de lo visible que sea nuestro vehículo para otros conductores y también para los peatones". Así, durante el día, el contraste visual es básicamente lo que permite a los vehículos motorizados ser percibidos por otros usuarios de la vía, señaló. Al incrementar ese contraste, el vehículo será visto "antes y más claramente: la oportuna percepción de un vehículo por parte de otros usuarios de la vía otorga más tiempo para reaccionar, lo que en situaciones peligrosas puede traer como consecuencia el involucrarse o no en un accidente de tráfico".
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